El paisaje nocturno de Máncora por fin cambió. Sus típicos restaurantes, bares y uno que otro espacio que funciona como discoteca siguen siendo parte de la oferta. Sin embargo, este verano encontramos tres lugares que se pusieron las pilas y le cambiaron la cara al balneario norteño.
Anímese a conocerlos, estamos seguros de que no se arrepentirá.
JUNTO AL MAR
A inicios de la temporada más caliente del año, el diseñador español Mauro Godoy llegó con muchas ilusiones a este paraíso piurano. Su equipaje constaba de una hermosa carpa, traída desde Marruecos, y grandes esperanzas de instalarse en el Perú y recorrer cada provincia de nuestro país con su iniciativa.
Nómadas es el nombre de este insólito rincón anclado sobre la arena de la playa Las Pocitas, a pocos metros del mar. De día, no encontrará mejor sitio que este pues mientras se broncea puede refrescarse con algunos de sus tragos.
Y de noche la experiencia será única. Sentarse en cojines de textil andino, verse rodeado de colores cálidos, con una tenue iluminación, fumar tabaco en una pipa marroquí y dejarse llevar por su buena música son algunas de las atracciones.
El ingreso a la carpa es libre. Hasta 100 personas pueden permanecer en el interior y los tragos cuestan desde S/.16.
EL TOP
Pero si lo que quiere es un ambiente tipo lounge, el nuevo restaurante y bar Praia será la alternativa perfecta para que pase una noche entretenida con su grupo de amigos.
Ubicado en pleno malecón, este sitio le ofrece comida confortable como una hamburguesa con queso, un risotto o una pizza; pero también platos con trucha, langosta y otras exquisiteces.
Praia también cuenta con más de 40 cocteles y una barra bastante completa. Sepa que cada día tiene una oferta diferente. Por ejemplo los lunes son del pisco, donde paga uno y bebe tres shots, los martes de tequila. Los viernes son cubanos, paga un ron y le dan dos.
Comentarios en las paredes escritos a mano por sus visitantes describen lo mucho que se puede disfrutar en el local que tiene una capacidad para 40 personas.
Abre a las 6 p.m., la cocina cierra a la 1 a.m. pero la diversión puede durar hasta el amanecer.
UN LEGENDARIO
Imposible llegar a Máncora y no probar las delicias de La Sirena de Juanchi, que esta temporada estrena nombre, decoración y carta.
Ravioles de cabrito con tamalito verde, servidos con una salsa de guiso hecha a base de ají amarillo y chicha de jora o un risotto criollón son algunas de las nuevas creaciones de Juan Seminario, su chef y propietario.
Aquí también podrá brindar con sour de maracuyá, aguaymanto, ciruela, mango o el clásico, así como con mojitos de mandarina.
El diseño rústico y moderno lo convierte en un espacio acogedor por el que pasaron personajes como Maju Mantilla o el ex presidente Alejandro Toledo.
La Sirena de Juanchi atiende de 7 p.m. a 11 p.m. y cuenta con capacidad para 40 personas. Seminario aconseja reservar y ser puntual porque en temporada alta todos quieren visitarlo.
Cuando cae el sol en Máncora.