Isla del Sol y la Luna (Bolivia)
Este maravilloso lugar es uno de los preferidos por los viajeros de aventura. Y es que estas islas que se alzan sobre el lago más alto del mundo, el Titicaca, son realmente místicas y legendarias.
Para acceder a ellas es necesario llegar a la pequeña ciudad de Copacabana, limítrofe con Puno, y desde ahí tomar una embarcación que por unos 8 dólares los llevará navegando por casi 3 horas hasta estas islas. La primera en visitarse es la parte norte de la isla del sol, desde donde se hace una caminata hasta las famosas ruinas a las que cada año el inca acudía para ver la salida del sol. Los paisajes que aquí podrá observar lo dejarán absorto.
Luego de esto, la misma embarcación lo llevará hasta la isla de la luna, donde también existen unas ruinas bastante bien conservadas y que recomendamos visitar. Además, le proponemos que se atreva aquí a darse un baño en el sagrado Titicaca. A pesar de que las aguas son algo frías, la sensación con la que saldrá a flote será indescriptible.
Finalmente, llegará al lado sur de la isla. Aquí descubrirá hospedajes, bastante simples es cierto, que lo acogerán. Le recomendamos dar una caminata por los alrededores, donde encontrará bosques, ruinas y pequeñas playas de arena blanca que no tendrían nada que envidiar a las del Caribe. Claro, aproveche el viaje para conversar con los comuneros. Ellos estarán encantados de contarle mil y una historias de su pasado. Por la noche, debido a la falta de fluido eléctrico, se hace imprescindible un paseo a la luz de la luna para poder observar las estrellas. Cabe resaltar que debido a su ubicación y altitud es posible ver aquí constelaciones que no pueden ser apreciadas desde nuestras contaminadas ciudades.
San Pedro de Atacama (Chile)
Esta ciudad, situada al norte de Chile y ubicada estratégicamente en la triple frontera Chile-Bolivia-Argentina, es la puerta de entrada para muchos viajeros que cruzan desde Bolivia hacia el Perú y viceversa.
San Pedro de Atacama se levanta sobre el desierto de Antofagasta. Su cercanía con los Andes y su actividad estrictamente turística lo convierten en un lugar bastante acogedor y simpático.
Aquí usted podrá encontrar todo tipo de hospedajes, desde los mas cómodos hasta los más rústicos. Dependerá de usted la elección.
Le sugerimos hacer aquí varios paseos y excursiones a diferentes lugares cercanos que lo pondrán en contacto con la naturaleza. Podríamos empezar por conocer el valle de la luna, ubicado a pocos kilómetros del pueblo dentro de la reserva nacional de Los Flamencos. Este lugar se caracteriza por tener unas formaciones rocosas muy similares a los cráteres de la Luna. Desde aquí es posible acudir a unas altas dunas, situadas frente al valle de la luna, desde donde la puesta de sol es una de las más maravillosas que se puedan apreciar. Se lo recomendamos.
Si tiene un poquito más de tiempo, visite los géiseres del Tatio, lugar realmente espectacular que tiene la concentración de géiseres más grande de Sudamérica (unos 80 activos que se encuentran a casi 4.000 metros de altura, rodeados por la nada). El espectáculo de estos es imperdible.
Finalmente, ya en el pueblo, usted puede conocer la majestuosa iglesia de San Pedro de Atacama, una construcción realmente bella que data de varios siglos atrás y que bien merece la pena ser visitada y fotografiada.
Montañitas (Ecuador)
Este simpático balneario ecuatoriano, ubicado en la provincia del Guayas, es considerado la capital del surf de este país. Es un lugar bastante concurrido por mochileros de diferentes partes del mundo que vienen aquí a correr olas y a descansar del mundanal ruido, ya que aquí todo, o casi todo, está construido de manera rústica, lo que le da un gancho especial al sitio. El atractivo del lugar es, sin duda, el riquísimo mar, propicio para el surf y los deportes de aventura.
Este pueblo, que durante el día es supertranquilo e idóneo para correr tabla, caminar por la orilla del mar, leer un buen libro o simplemente no hacer nada, por las noches se convierte en una fiesta, sobre todo los fines de semana, días en que la llegada de turistas internos se hace mayor y donde los bares se repletan de gente de todo el mundo, en una suerte de ONU desenfrenada.
Montañitas es pequeño, pero aquí encontrará comidas para todo tipo de gustos y hospedajes de todo precio, además de gente vendiendo diferentes tipos de artesanías, tatuadores, hacedores de trencitas, etc. Y es que este es un punto en el que se mezclan diferentes culturas y lenguajes, así como distintas formas de ver la vida.
Puerto Iguazú (Argentina)
Esta ciudad argentina, ubicada en la provincia de Misiones y que limita con Brasil y Paraguay, es una de las más visitadas por los turistas debido a su gran atractivo: las cataratas de Iguazú. Pero, además, la ciudad en sí resulta bastante acogedora para el viajero, ya sea por su arquitectura rústica o por su vida nocturna. Es, definitivamente, una de las ciudades preferidas para poder dejar atrás el Año Viejo y empezar uno nuevo.
En esta ciudad usted podrá encontrar una serie de hoteles y restaurantes para todos los bolsillos, así como para todos los gustos. Desde aquí es posible tomar un bus hacia las famosísimas cataratas, lado argentino, y una vez en este lugar podrá caminar hasta donde empiezan las visitas turísticas o, si lo prefiere, subirse en un tren totalmente abierto y recorrer el camino cómodamente sentado. De cualquier manera usted se sorprenderá de la belleza de esta enorme caída de agua que es posible ver desde diferentes ángulos gracias a los caminos entablillados que se han construido especialmente para los turistas, y con la idea de que no maltraten la flora que crece en el lugar. También podrá ver una gran diversidad de animales e insectos realmente increíbles.
Si está en condiciones, tanto físicas como económicas, le sugerimos montarse en una balsa inflable y navegar por los alrededores de las cataratas. Terminar felizmente empapado está más que asegurado. Como fin del recorrido, usted podrá acceder a la mismísima catarata y darse un riquísimo chapuzón. Le aseguramos que luego de esta experiencia usted será otro.
El Salar de Uyuni (Bolivia)
Este mágico lugar es, sin duda, el más espectacular de los lugares a los que debe escaparse el año que viene. Se trata del desierto de sal más grande del mundo, el mismo que se ubica a 3.650 metros sobre el nivel del mar. Es uno de los paisajes más hermosos que existen en Sudamérica.
Este maravilloso lugar nos ofrece la posibilidad de perdernos en un inmenso mar de sal de 12.000 kilómetros a través del cual podremos observar cómo el cielo se ve reflejado sobre el suelo, brindándonos así la sensación de que ambos son una misma cosa y que solo debido a la fuerza de la gravedad podemos distinguir al uno del otro.
La experiencia de viajar por este inhóspito lugar y de disfrutar tanto de la belleza de sus paisajes como de la soledad que lo rodea es simplemente maravillosa, además de tener la posibilidad de ser testigos de cómo la naturaleza, cuando se lo propone, es insuperable en cuanto a belleza se trata.
El punto de partida para esta espectacular expedición es la ciudad de Uyuni, desde donde diariamente parten diferentes agencias que lo llevarán a conocer el mayor espejo de sal del mundo.
La primera y obligatoria parada es el Hotel de Sal, un hospedaje construido sobre el mismo salar que, como su nombre indica, está hecho de sal, con techos de paja y enormes claraboyas que permiten el paso de la luz natural. Se sigue el viaje a la Isla del Pescado, que es el más grande de un grupo de islotes ubicados en el medio del salar. Otro lugar para visitar es la reserva nacional de fauna andina ‘Eduardo Abaroa», ubicada al sur del salar y que tiene extraordinarios paisajes.
Al ingresar a la reserva, una de las primeras paradas es el desierto de Siloli, donde se puede apreciar el Árbol de Piedra, figura formada de roca volcánica y que es parte de un conjunto de otras formaciones.
El paso siguiente es la visita a la Laguna Colorada, que tiene aguas de color rojizo merced a los sedimentos de dicho color que contiene. Este es un lugar donde podremos observar a los flamencos andinos.
Un poco más al sur encontramos el Sol de la Mañana, un área que se caracteriza por su actividad volcánica. Aquí usted podrá apreciar una enorme cantidad de géiseres de los que emanan vapores calientes que alcanzan los 15 metros.
Finalmente nos encontramos con el volcán Licancabur, uno de los más altos del mundo en actividad y en cuyas faldas se encuentra la llamada Laguna Verde, que toma este nombre debido a la coloración esmeralda de sus aguas gracias al alto contenido de magnesio que a media mañana se activa, ofreciendo un espectáculo de cambio de color inigualable.
Todos estos lugares nos invitan, de diferente forma a entrar en contacto con la naturaleza, a disfrutar del silencio que produce la soledad, a gozar de espacios sin límites ni tiempo y en los que la única sensación que tendremos será la de la más absoluta libertad. Tiene todo el próximo año para planificar su escapada a alguno de estos espléndidos destinos.