La imagen del Señor de los Temblores, patrón jurado de la ciudad de Cusco, salió en procesión por el Centro Histórico, acompañado autoridades políticas, religiosas, castrenses y miles de pobladores y turistas, con motivo de la Semana Santa.
La actividad comenzó pasada las 13:00 horas con una homilía en la basílica catedral, oficiada por el Arzobispado de Cusco, y luego la imagen, acompañada por más de 30 cuadrillas de la hermandad que lleva su nombre, recorrió la plaza de Armas, con dirección a la iglesia de Santa Teresa y a la plaza San Francisco.
La efigie morena, bañada en ñucchu, tradicional flor de las alturas de esta región, fue cargada en andas por las autoridades y representantes de las hermandades y seguirá su recorrido por el pasaje Marqués, la plaza Espinar y Mantas.
En horas de la noche la imagen bendecirá a sus fieles en su retorno a la plaza de Armas.
Agentes de la Policía Nacional se encuentran a cargo de resguardar el orden en la ciudad, con apoyo de los soldados de la 5ª Brigada de Montaña, que están más cerca de la imagen junto a las autoridades eclesiásticas.
Como todos los años, en esta fecha, la Empresa Municipal de Festejos de Cusco instaló una pantalla gigante en la avenida El Sol para que los feligreses puedan apreciar el recorrido.
La devoción al Señor de los Temblores comenzó a inicios del siglo XVII. Sin embargo, recién en 1650 adquirió gran importancia gracias a que, según la tradición, la imagen fue sacada durante un terremoto, fenómeno que cesó tras las oraciones y la exposición de la efigie hacia el cielo.
Según la historia, la imagen habría sido donada en la época colonial (mediados del siglo XVI) por el rey Carlos V.
Ello fue desestimado en las últimas décadas por estudios que demuestran que la efigie del Cristo fue realizada con una técnica cusqueña.