Lunahuaná se ha convertido en uno de los destinos favoritos de los limeños, no solo por su cercanía (está a dos horas de Lima) y por sus soleados días sino también porque acá encontrará, tanto en sus verdes valles y viñedos, como en su apacible poblado rodeado de montañas, un lugar ideal para descansar o si prefiere, para disfrutar de la adrenalina.
Según sea su elección, puede optar por dar un paseo por el río o relajarse en alguna de las piscinas de los tantos hoteles que hay en Lunahuaná. La oferta hotelera es variada, desde campamentos y rústicos hospedajes hasta grandes complejos de cemento. Lo recomendable es optar por los que están en los anexos, pues son más tranquilos y tienen salida al río.
Si prefiere diversión hay actividades para escoger. Desde un recorrido en canotaje por el río, volar por las montañas en un canopy, rentar una cuatrimoto o pasear por el poblado o hacer bicicleta de montaña. La oferta culinaria es otro atractivo. El insumo por excelencia es el camarón y a la cocina tradicional se suma ahora el Refugio de Santiago que ofrece platillos hechos con ingredientes de su propio huerto.
Vamos!