Muchos católicos, en busca de una constancia de matrimonio o bautizo, habrán entrado al palacio arzobispal, al lado de la Catedral, y encontrado un sitio copado de oficinas. Sin embargo, desde la semana pasada la vista del interior es otra y muestra la belleza de este recinto religioso.
Persiguiendo darle a la ciudad de Lima un nuevo atractivo qué visitar, el Arzobispado emprendió la tarea de darle el antiguo esplendor a este lugar. El resultado es el flamante museo que peruanos y extranjeros deberían agregar en su ruta por el Centro de Lima.
Casa abierta
La semana pasada se inauguró en una ceremonia privada este museo, casi coincidiendo con el aniversario de la ciudad capital. Pero, a pesar de lo poco promocionado, la afluencia de turistas que recorren sus instalaciones es continua. El espectáculo que ven, ciertamente, no es como hace algún tiempo, de atestadas oficinas.
El equipo capitaneado por el director del museo, José Alberto Christiansen, y el arquitecto Jorge Orrego, se han esmerado en darle a la edificación el antiguo esplendor del que gozó en sus inicios.
Este palacio fue construido a comienzos del siglo XX por el polaco Ricardo de Jaxa Malachowski, también responsable de la vecina casa de gobierno.
Según los entendidos, esta edificación es la primera manifestación del llamado neocolonial. Algunos de sus ambientes han sido inspirados por el virreinal palacio de Torre Tagle. Pero el atractivo de este museo no es sólo la arquitectura.
Se ha destinado el segundo piso del palacio arzobispal a mostrar el mobiliario que los antiguos primados de Lima han usado. Se hallan desde armarios traídos de España hasta una variedad de juegos de sala, alfombras, espejos y demás.
Parte de este material data de los inicios de la Colonia, por lo que permite tener una idea de la vida en las elites del Perú. Incluso se aprecia el que hasta hace poco fue el despacho del arzobispo.
Tesoros rescatados
El complemento ideal a esta visita está en el primer piso. Aquí, los ambientes han sido aprovechados para mostrar al público obras de arte de cariz religioso en poder del arzobispado, sumado a algunas piezas prestadas de colecciones privadas.
El objetivo es que este espacio sirva para exposiciones temporales. La muestra con la que se ha inaugurado está dedicada al culto a la Virgen María y estará abierta hasta mediados de este año.
No es sólo interesante para el público creyente. Los amantes del arte pueden apreciar, más allá de su fe, cómo ha evolucionado la representación religiosa a lo largo de los años. Además, el legado del arzobispado tiene piezas no sólo peruanas y españolas, como se puede prever. También hallamos material procedente de Inglaterra, Filipinas, Francia y otros lugares más.
Datos
-El edificio fue diseñado por Ricardo de Jaxa Malachowski, apoyado por Claude Sahut y el ingeniero civil Enrique Mogrovejo.
-El área que ocupa fue destinada para residencia de religiosos por Francisco Pizarro. Sin embargo, en algún momento sirvió como cárcel y comisaría.
-El actual edificio fue inaugurado el 8 de diciembre de 1924, día de la Virgen Purísima.
-Su construcción contó con el aporte del Gobierno, siendo presidente Augusto B. Leguía.
-Las oficinas administrativas del Arzobispado se han mudado a otra sede, en el jirón Chancay.