Se calcula que estos turistas gastan entre 800 y 1.000 dólares por día. Toman paquetes para permanecer dos semanas o un mes en el país.
Desde hace dos años, los operadores turísticos del país han empezado a mirar al segmento gay con más interés que prejuicio. Agencias de viaje exclusivas para este mercado señalan que el número de este perfil de turistas se eleva año tras año en 30% en promedio. No hay cifras oficiales (Prom-Perú no posee estudio al respecto), pero existen muchos indicadores que explican que este crecimiento es constante, notorio y sostenido.
En los últimos tres años se han abierto dos agencias de viajes exclusivas para gays: Gay Perú Travel (Lima) y Gamma Travel Agency (Cusco). En el mismo lapso, la agencia Domiruth Travel Services abrió una división exclusiva para este mercado: Rainbow Peruvian Tours. Ni qué decir de Lima Tours, que ofrece paquetes para turistas gays desde 1998.
Pero no solo son las agencias. Desde este año, dos operadores de primer nivel ingresaron a las filas de la International Gay & Lesbian Travel Association (IGLTA), asociación que agrupa a más de 1.000 operadores turísticos del mundo especializados en el segmento: Hoteles Libertador, con hoteles cinco estrellas en Lima, Trujillo, Arequipa, Cusco, Puno y Paracas; y Orient Express, que posee el Miraflores Park Plaza, hotel Monasterio y Las Casitas del Colca, y opera el servicio de trenes del Cusco Perú Rail, que administra el exclusivo vagón Hiram Bingham (US$547 ida y vuelta).
En el Perú existen 16 empresas que pertenecen a la IGLTA. La mayoría se define como gay friendly (amigable con los gay). Todos los operadores consultados coinciden en que había una demanda desatendida muy rentable. Básicamente porque, explican, el turista homosexual gasta en promedio 50% más que el heterosexual.
Atención especializada
En el mundo, los operadores turísticos se enfocan en segmentos especializados. Así como el turismo médico, de la tercera edad o los hospedajes solo para personas obesas, el turismo gay se inscribe dentro de la nueva tendencia mundial.
Lima Tours es una veterana del segmento. Según su presidente, Carlos Arrarte, en los años 70 su padre, Eduardo Arrarte, diseñó el primer paquete turístico para turistas gays en Machu Picchu.
Ylan Chrem, representante de ventas de Lima Tours en Estados Unidos, señala que el Perú posee todas las condiciones para desarrollar este tipo de mercado.
Chrem explica que el turismo homosexual lo componen principalmente hombres (95%). Según el perfil de Lima Tours, el turista gay llega solo, en pareja o en grupo. Su país de origen es Estados Unidos. Elige hoteles cinco estrellas como el JW Marriot, María Angola, Swissôtel Lima, Miraflores Park Plaza, Libertador, Las Américas y Country Club. Gasta mucho dinero en salidas nocturnas a restaurantes y bares exclusivos como Las Brujas de Cachiche, La Mar y Astrid & Gastón. Compra ropa y joyería en costosas boutiques. Elige planes que duran entre dos semanas y un mes. Quiere conocer Cusco, Ayacucho, Puno, Máncora y Punta Sal.
«El turista gay gasta en promedio US$800 al día (en hotel y estadía). Tenemos que ofrecerles lo más selecto», dice Chrem, que empezó trabajando con Lima Tours hace una década con grupos de 25 personas por año. Ahora dice que arma alrededor de cuatro grupos de 50 personas al año.
Para Chrem, el hecho de que no exista un corredor turístico pensado en la comunidad gay, como sucede en Brasil o Argentina, no los afecta. «Los tours ofrecen lo mismo que cualquier tour heterosexual, la diferencia es que los grupos están integrados solo por gays».
En abril de 2008, la IGLTA reconoció a Lima Tours con el premio Hanns Ebensten, correspondiente a la industria del turismo homosexual.
Solo para ellos
En el Perú existen hospedajes solo para turistas gays como Mansión San Antonio, Ayllu Bed & Breakfast, San Martín y Domeyer, donde el costo por habitación fluctúa entre US$20 y US$150. Pero para operadores como Rainbow Peruvian Tours, división que Domiruth abrió hace cinco años, la mayor parte de este segmento prefiere hospedajes más exclusivos.
«El turista gasta entre US$800 y US$1.000 por día. Es bastante detallista y busca comodidad sin importar el precio», dice Christian Blanco, gerente general de Rainbow, que ofrece paquetes para Paracas, Tumbes, Ayacucho, Trujillo, Chiclayo, entre US$300 y US$400 en promedio.
El paquete de 7 días en el Cusco vale US$3.460. «Fue difícil convencer a los hoteles cinco estrellas para que reciban parejas gays en una habitación matrimonial. Ahora se pelean por estos turistas porque gastan más», señala Blanco. En el 2005 Rainbow atendió 500 reservas. En el 2006 fueron 2.200. En el 2007 alcanzaron 2.672. Estima que este año crecerán 30%.
Además de estos dos importantes operadores, existen agencias más pequeñas especializadas en el segmento: Gay Perú Travel, que opera en Lima, y Gamma Travel Agency, que hace lo suyo en el Cusco. La primera, además de ofrecer paquetes para Máncora, Lunahuaná, el Caribe y el Cusco, opera el llamado tour juerguero, en el que un grupo de turistas gays alquila una limusina y se pasea por las principales discotecas de ambiente de Lima.
Gamma aprovecha la afluencia de turistas al Cusco, para ofrecerles in situ destinos en la costa norte, sur, selva, Puno y Arequipa.
Aunque este segmento todavía representa solo el 5% en el caso de los operadores grandes, se prevé que continúe su crecimiento.
Por Luis Felipe Gamarra
De: El Comercio