La actividad turística y el ecoturismo particularmente brindan excelentes oportunidades para contribuir al alivio de la pobreza en zonas alejadas, poniendo en valor la belleza paisajística y la biodiversidad; a la vez que privilegian la sustentabilidad, la preservación y la apreciación del medio ambiente.
El 27 de setiembre es una fecha clave para reflexionar sobre la importancia de fomentar el turismo y sus valores sociales, culturales, políticos y económicos entre la comunidad internacional y resaltar el potencial del Perú como destino eco-turístico.
El ecoturismo es además una herramienta de educación ambiental y de sensibilización de la ciudadanía respecto a la necesidad de proteger ecosistemas frágiles. No obstante, para que ese potencial se convierta en una realidad es necesario un esfuerzo concertado de planificación, gestión, y aplicación de instrumentos de supervisión que impidan excesos y sobreexplotación en esta actividad.
Las grandes urbes, su crecimiento continuo frente a la necesidad de comercio y vivienda, el tráfico desmedido y la superpoblación, han generado la necesidad a los ciudadanos y sus autoridades de rescatar los espacios naturales existentes y aprovecharlos de manera sostenible para evitar su deterioro. Cada vez es más frecuente el interés por viajar hacia destinos que ofrezcan belleza paisajística y biodiversidad.
Nuestro país, el Perú, fuente de riqueza biológica, nos ha colocado en la mira del mundo entero pues además de ser uno de los 17 países con mayor diversidad biológica, ofrece a la vez una gran riqueza cultural y gastronómica.
Son grandes los beneficios que el ecoturismo puede producir en las comunidades, regiones y ecosistemas. Por esta razón es urgente la cooperación entre todos los actores interesados para garantizar una distribución equitativa de los beneficios.
El ecoturismo es una actividad ética, pues coloca a los recursos naturales como un bien común de toda la humanidad; y sigue como principios, la minimización de los impactos negativos para el medio ambiente y la promoción de experiencias positivas como son el respeto y conciencia ambiental y cultural.
Nuestro valioso patrimonio natural nos ofrece paisajes, ecosistemas y recursos genéticos que estamos obligados a preservar.