Los principales cocineros del país, en un esfuerzo conjunto con el empresariado privado, las diferentes municipalidades y entidades estatales desarrollarán en los próximos diez años el proyecto “Lima, ciudad gastronómica”, que busca presentar al mundo las potencialidades culinarias de la capital del Perú.
“Queremos hacer un proyecto a diez años, teniendo como meta importante el bicentenario de la Independencia, para enseñarle al mundo que Lima es un crisol de cocinas, como producto de la mezcla de razas y de la migración hacia la capital desde los diferentes puntos del país”, sostuvo Mariano Valderrama, presidente de la Sociedad Peruana de Gastronomia.
Uno de los primeros pasos de este proceso es hacer de Mistura una feria internacional de primera magnitud, para lo cual es necesario buscar un recinto apropiado que en otras épocas del año sirva para realizar ferias expoalimentarias, de modas, espectáculos musicales, etc.
“Vamos a buscar asesoría internacional de expertos en ferias de América Latina y del mundo, para que nos ayuden a proyectar Mistura la feria, como una de las principales del mundo”, dijo Valderrama en diálogo con la agencia Andina.
Lima es una mistura de sabores regionales por la influencia de diferentes culturas como la inca, la hispánica mora, la nikkei, la china, todo lo que hace que nuestra ciudad sea única.
El directivo de Apega señaló como otra fase importante será la difusión de las bondades de la culinaria nacional a través de un sitio web que describa los atractivos gastronómicos de Lima en forma completa y no solo como una guía de restaurantes.
“Debemos mostrar la historia, las variedades y las rutas que podrían seguir quienes vengan al Perú a hacer turismo gastronómico”, anotó.
Los primeros pasos para el desarrollo que este proyecto de gran envergadura ya se han dado. Una primera reunión de Apega con la Cámara de Comercio de Lima y la Municipalidad Metropolitana ha evidenciado las coincidencias. Todos están de acuerdo en hacer el esfuerzo conjunto y convocar también a las autoridades ediles distritales.
Capacitación y certificación
La tarea no es simple y por eso sus impulsores son concientes de que se trata de un trabajo arduo de mediano plazo, que implica un proceso de capacitación a los restauranteros en el tema de la gestión de calidad en el servicio y en el tema clave de la inocuidad y la certificación sanitaria.
En ese sentido, reconoció que los estándares sanitarios son aún bajos en promedio, y que estamos atrasados en la gestión de calidad en el servicio.
“Hay que hacer toda una campaña de capacitación, de promoción para que los restaurantes peruanos mejoren en estos aspectos que son críticos porque si un turista viene y no es bien atendido o le sirven comida en mal estado o contaminada, eso resulta fatal”, enfatizó al señalar que esos los puntos más sensibles para el turista.
“Tenemos que involucrar también a los propios restaurantes, a los hoteles, a los operadores de turismo y a las municipalidades que estén interesadas en promover el turismo gastronómico en sus ámbitos”, dijo y agregó que próximamente se reunirá con representantes del Ministerio de Comercio Exterior y de Promperú.
En cuanto a la tarea de las municipalidades, Valderrama sostuvo que estas entidades deben asumir la tarea del control sanitario y de capacitación.
Agregó que así como hay municipios mejores equipados como los de San Isidro y Miraflores hay otros que están rezagados por lo que es necesario fortalecer sus capacidades y que puedan realizar esa labor eficientemente.
Recordó que la Cámara de Comercio de Lima ha desarrollado algunas experiencias piloto de programas de capacitación en inocuidad de alimentos y también realiza cursos gratuitos sobre el tema.
Diseño del proyecto
Indicó que en una próxima reunión con la Cámara y la comuna metropolitana se conformará un grupo de trabajo que diseñe el proyecto, determine sus componentes y establezca un presupuesto, así como los compromisos que cada quien debe asumir.
Tras detallar que este proyecto iría de la mano con el plan de recuperación del Río Rímac o Río Verde, Valderrama dijo que el objetivo es recuperar los espacios públicos para la ciudadanía y que hacer turismo gastronómico no sea solo ir a un restaurante sino hacer todo un recorrido, como se hizo durante la Semana del Chilcano, visitando las tabernas tradicionales de Lima como el Cordano, el Bolívar, el Queirolo o el Maury.
Dulces tradicionales
Anotó que lo mismo puede suceder en el campo de los dulces en el que Lima tiene una gran tradición.
“Se puede volver a cultivar esa tradición, trabajando por rubros con auspiciadores y proveedores de insumos”, recalcó.
Detalló que con la municipalidad metropolitana se ha conversado la propuesta de relanzar el terminal pesquero de Chorrillos, donde el turista pueda ir a comer un buen cebiche con un buen servicio y sin correr riesgo de muerte, por el aspecto sanitario.
“Un turista gastronómico debe tener también la posibilidad de visitar mercados como el de Surquillo. El Mercado Central también es una alternativa interesante, que necesita ser embellecido, al igual que el Barrio Chino”, remarcó.
Como parte de la recuperación de Lima, Valderrama habló de la posibilidad de relanzar algunas peñas criollas en la zona de la Alameda de Los Descalzos, para que turista pueda pasear por el Centro Histórico y llegar hasta el cerro San Cristóbal.
“Este será un esfuerzo integral, conjunto, de mucha dedicación, en el que cada parte interesada debe poner lo suyo: las municipalidades distritales, los cocineros, los empresarios privados y las entidades estatales” para logra el gran objetivo de demostrarle al mundo que la comida peruana es la mejor”, sentenció el directivo de Apega.