Las festividades más reconocidas a nivel mundial -enmarcadas en leyes de vanguardia que hacen a la seguridad del viajero-, convirtieron a la Argentina en uno de los países más codiciados para el turismo LGBT.
Argentina es una de las naciones líderes en este campo. Así lo definieron las autoridades de la Feria Internacional del turismo (Fitur) en Madrid en 2020, cuando fue premiada en su carácter de “país pionero en la promoción internacional y desarrollo federal del turismo LGBT«.
Es elegida porque cuenta con la característica más importante que busca este colectivo: la seguridad. Si bien es una condición que cualquier turista considera fundamental a la hora de planificar y ejecutar su viaje, para las personas LGBT es una cuestión de vitalidad ya que, lamentablemente, en muchos países del mundo aún son considerados criminales.
Por la posibilidad de encontrarse con contextos hostiles es que estas personas investigan las leyes existentes en materia LGBT antes de realizar su viaje y, en ese sentido, Argentina se alza como un destino donde se promulgaron normativas de vanguardia: la Ley de Matrimonio Igualitario -sancionada en 2010- y la Ley de Identidad de Género de 2012.
Este tipo de turismo se afirmó como un fenómeno mundial: de acuerdo a la Organización Mundial del Turismo (OMT) representa a más del 10% de los arribos; con una estimación de un 15% del total del gasto en viajes internacionales. De esta manera, el desarrollo del turismo LGBTIQ+ es un factor fundamental para que los países incrementen su turismo receptivo.
Los turistas LGBT que llegan a la Argentina lo hacen a través de Buenos Aires, su capital, que alberga miles de alternativas para disfrutar la zona desde este enfoque. La propuesta «Buenos Aires libre y diversa» incluye el Festival Internacional de Tango Queer: una reversión de la música original del Río de la Plata, donde los roles de género no definen la danza, sino la igualdad entre las parejas. Se pueden disfrutar en bares, al aire libre y, además, tomar clases con profesores de renombre.
Otra opción es la Marcha del Orgullo que se realiza en noviembre y es reconocida por su multitudinaria convocatoria: se calcula que participan alrededor de medio millón de personas cada año. En la Ciudad también se pueden visitar espacios emblemáticos de gran tradición, como por ejemplo el cruce de las avenidas Santa Fe y Pueyrredón en el barrio de Recoleta, el cual a fines del siglo pasado actuó como punto de encuentro para la comunidad. Por supuesto, en ese barrio como en Palermo, se encuentran bares LGBT muy concurridos. Entre ellos se destacan Peuteo, Sitges, Maricafé y Pride Café.
Si bien el 65% llega atraído por Buenos Aires, hay muchas otras zonas argentinas que apostaron a este tipo de turismo con servicios capacitados y leyes regionales que garantizan la seguridad del viajero. En esa línea se encuentran Mendoza en el oeste, Puerto Madryn en el sur del país, e Iguazú en el norte.
La provincia de Mendoza es la segunda que más turistas LGBT recibe después de Buenos Aires. Lo que más seduce es la celebración “Vendimia para Todxs”, que se desarrolla en marzo y es una fiesta en paralelo a la vendimia tradicional. Allí, este segmento puede disfrutar los vinos, la gastronomía y las fiestas de la región cordillerana, sintiéndose a gusto.
Otro referente LGBT a nivel nacional es la provincia de Chubut, con su localidad de Puerto Madryn. La ciudad cuenta con el Espacio de la Diversidad que permite el “Matrimonio Express”, una opción que solo ofrecen dos de los diez países en el mundo con legislaciones para matrimonio de personas extranjeras no residentes. Por esa razón, allí llegan muchos turistas que no pueden casarse en su país de origen. Si bien solo tiene validez en Argentina, algunos lo hacen por el ritual en sí y otros porque con ese acto pueden luchar con más énfasis por sus derechos en su país de origen.
Puerto Iguazú, por último, en la provincia de Misiones, también es uno de los destinos preferidos por los turistas del colectivo LGBT. El gran atractivo es el Parque Nacional Iguazú, hogar de las cataratas. La ciudad cuenta con una gran cantidad de hoteles y cabañas donde se pueden alojar cerca del parque e, incluso, en la propia selva.