Para proteger el frágil ecosistema del Ártico hace falta reducir considerablemente el acceso a la región para turistas y mineros, declaró hoy el portavoz de la Academia de Ciencias de Rusia, Arkadi Tishkov.
«Tenemos que reducir el acceso al Ártico para turistas y extractores de minerales. Si el Ártico se convierte en un territorio con el régimen ecológico de regulación especial, será más fácil solucionar muchos problemas en la región, incluido el del calentamiento global», sostuvo.
De acuerdo a la agencia rusa de noticia Ria Novosti, Tishkov indicó que en el Ártico «hace falta crear zonas vedadas de millones de hectáreas cuadrados».
En cuanto al probable impacto del calentamiento global en el Ártico, el científico señaló que «algunas regiones en el Norte y en el Ártico actualmente viven procesos contrarios, o sea los de enfriamiento. Es decir, actualmente presenciamos fenómenos cíclicos en el clima global».