Mosto Gourmet Pisco Bar. El Turismo Gastronómico exige que haya diferentes opciones, cada una con su identidad, para el público que llega al país. Para atender a estos sedientos visitantes, unas estudiantes de la Universidad del Pacífico crearon un bar temático inspirado en el Pisco.
Quizá el mejor ejemplo de que el ‘boom’ de la gastronomía ha calado en el paladar de los peruanos es que los jóvenes ahora tienen ganas de abrir negocios de alimentos y bebidas. Antes no era así. Tener un restaurante o un bar era una muestra de locura comercial y los chefs y bartenders eran algo así como aventureros. Pero no más. Chiara Cocchella, Natalia Mazuelos, Ángela Calmet y Gabriella Bassino son cuatro jóvenes que estudiaron en la Universidad del Pacífico y que crearon el concepto de un bar para turistas de clase ejecutiva, donde solo se realicen cocteles de pisco. Su objetivo es aprovechar los dos o tres días que pasa en Lima el 68% de ese segmento de viajeros y que en su local –bautizado como Mosto Gourmet Pisco Bar– consuman una parte de los entre US$1.500 y US$2.000 que gastan en su estadía. Aunque claro, el fin ulterior es que nuestra cultura (a través de la bebida de bandera) se siga difundiendo.
“El turista llega para vivir lo que hay en el Perú y también para disfrutar su gastronomía”, dice Cocchella. Las cifras de Prom-Perú respaldan su planteamiento: el 42% de los turistas consideran a la gastronomía como un factor influyente para venir a este país. Además, tres de cada cinco visitantes que llegan al país incluyen en sus itinerarios tours gastronómicos. La oportunidad está allí, y estas jóvenes desean aprovecharla.
SERVICIO ESPECIAL
“No queríamos hacer un bar convencional sino uno donde el turista tenga una experiencia vivencial”, dice Bassino. Mosto Gourmet Pisco Bar es un lugar donde, además de disfrutar de 52 cócteles (solo al inicio porque luego serán más), el cliente será asesorado por un guía –quien le enseñará la historia del pisco y también estará capacitado para informar sobre los centros turísticos del país– y podrá ver frente a él la preparación de las bebidas. Además, habrá música peruana –en bajo volumen para que simule un lounge con estilo local–, un pequeño museo con elementos de las culturas peruanas y de bodegas pisqueras antiguas, así como una boutique para comprar souvenirs. El bar también ofrecerá piqueos de comida criolla.
Para enganchar a los turistas, las jóvenes emprendedoras harán convenios con los principales hoteles de cuatro y cinco estrellas del país y alianzas con algunas agencias de viaje y las empresas de tour gastronómicos locales. “Casi todo nuestro público llega con paquetes comprados, así que queremos fidelizar a los operadores para que recomienden nuestro bar”, dice Mazuelos. Otra estrategia para introducir el negocio será la publicidad en revistas de turismo ejecutivo, como “Travel & Leisure” y “Condé Nast Traveller”.
Las cuatro jóvenes saben que en Lima cada vez hay más bares de prestigio, pero no quieren entrar a la competencia. Saben que su público está en el extranjero y no están apuntando a satisfacer los gustos de los clientes locales.
EN PUNTOS
1. INVERSIÓN EN EL SERVICIO Luego de la infraestructura (local y mobiliario), la capacitación al personal (en temas de gastronomía, turismo y atención al cliente) será la más costosa.
2. LUGAR ESTRATÉGICO El bar estará en Barranco. Las creadoras del negocio quieren estar cerca a los principales hoteles de cuatro y cinco estrellas y también en un distrito con historia y tradición criolla.
El pisco tiene mucho futuro*
Ahora, en los hoteles del país se acostumbra que el ‘welcome drink’ (bebida de bienvenida) sea un pisco sour. Hay un mayor consumo de esta bebida, tanto de los turistas nacionales como del extranjero. Incluso he visto que hay turistas extranjeros que diferencian el pisco del aguardiente de uva chileno. Esto es evidente también en las ferias y festivales de gastronomía que se realizan fuera. Las dos veces que estuve en Madrid Fusión el pisco encantó a los asistentes. Es un trago que gusta y tiene maleabilidad para diferentes cócteles.
Para que este negocio sea sostenible, deben hacer que el cliente tenga una experiencia única. Al turista le gusta ver cómo se elabora la bebida y por eso me parece interesante que hagan demostraciones en vivo y tengan elementos propios de una bodega.
Es buena la idea de mezclar los tragos con piqueos de comida moderna, pero se tiene que evaluar cuáles funcionan.
*Rafael Piqueras (Chef del restaurante Maras) – Mi Empresa