El maravilloso y tan esperado tren Lima-Huancayo regresa con vagones renovados y reniciará sus salidas por la via ferroviaria más alta del mundo el próximo 23 de enero. La ruta es un gran viaje de costa a sierra donde disfrutarás de los más bellos paisajes naturales decorados con hermosas lagunas color cielo y turquesa andina. ¡Anímate, vive esta aventura!
Si viajas en este maravilloso tren tendrás acceso al “Coche mirador” para disfrutar de tu bebida favorita en el festivo “Coche-Bar”, además de conocer los paisajes y los numerosos atractivos que ofrece la ciudad de Huancayo. Preprárate: La siguiente salida es el 23 de enero. Artículos Relacionados
La travesía te permitirá apreciar el valle del Rímac y Chosica así como los poblados de Matucana, Chilca, Casapalca, entre otros. Durante el trayecto, además de transitar por Ticlio, el segundo paso ferroviario más alto del mundo, se pueden observar 68 puentes y 71 túneles que unen a la costa con la sierra central.
Este servicio ofrece partidas los días viernes por la mañana y el regreso es los dias domingo con un tren nocturno cuyo amanecer nos llevará a la ciudad de Lima. Cuenta con coches de primera clase con asientos reclinables, calefacción, servicio de restaurante, información turística, paradas turísticas, entretenimientos diversos, servicios higiénicos, enfermera con botiquín de primeros auxilios y oxígeno.
El recorrido a bordo del tren ofrece a los turistas todas las comodidades para que su viaje de doce horas sea único e inolvidable. Durante el recorrido, el tren realiza dos paradas turísticas para que los pasajeros puedan descender a tierra firme por un rato y gozar de la naturaleza de los paisajes.
Después de atravesar el túnel de Galera, el ferrocarril empieza a descender remontando el curso del río Yauli hasta la Oroya, luego sigue el curso del Río Mantaro y entra en el valle del mismo nombre. A lo atractivo que resultan los paisajes de la Cordillera de los Andes y los pueblos ubicados a lo largo del Valle del Mantaro.
Esta experiencia te regalará toques mágicos de romanticismo y tranquilidad. Verás cómo la nevada cubre las estepas andinas donde camélidos, ovinos y otras especies reposan sin inmutarse ante el crudo frío de un invierno que pareciera no tener final.
