Algunos destinos están asociados con una imagen. En el caso de Huancaya, es la secuencia de pequeñas caídas de agua que se forman en el río Huarcos y que crean islas de pastos, arbustos y piedras, donde descansan patos andinos, huallatas e ibis. Huancaya, ubicado a 3.550 metros de altura y perteneciente a la provincia de Yauyos en Lima, es quizá uno de los destinos por excelencia, donde acuden los limeños que desean hacer campamentos, sobre todo con familias.
La belleza del sitio y el cuidado de las nacientes del río Huarcos fueron las razones para que en el 2001 sea declarado Reserva Paisajística Nor Yauyos-Cochas.
Desde Lima el viaje dura alrededor de 6 horas. Podemos llegar por la Carretera Central hasta Huancayo y Pachacayo, donde se toma una pista afirmada que nos lleva a Cochas, Vilca y, poco después, a nuestro destino. Otra opción, la más utilizada, es la que recorre la Panamericana Sur hasta Cañete, el punto donde tomamos el desvío que nos lleva a Lunahuaná, cuyo restaurante Refugio de Santiago ofrece una de las mejores comidas del sur chico. Desde este lugar, sigue una larga carretera, estrecha y afirmada, que cruza pueblitos dedicados a la agricultura y al pisco, en un entorno de montañas árido, blanco y seco. Unas cuatro horas después estaremos en Huancaya, el pueblo de calles de piedra y puentes coloniales de calicanto y, sobre todo, de las explanadas verdes donde pasaremos la noche.
CAÍDAS DE AGUA Y TREPANACIONES
El nombre de Huancaya parece que viene de la lengua cauqui y significa piedras amontonadas. Sus antiguos pobladores fueron influidos por la cultura Wari en su lengua y en el uso de la piedra para la construcción de casas y chullpas. De los paracas aprendieron la trepanación de cráneos, como se aprecia en las momias del cementerio Quimllo, y que también se muestran en el museo del pueblo.
En la actualidad existen unas 25 casas que ofrecen hospedajes rústicos, cuyos precios oscilan entre 10 soles y 30 soles la cama, aunque la mayoría prefiere acampar en las áreas de pasto, a la sombra de los eucaliptos que hay junto al río.
En Huancaya también encontramos algunos restaurantes y casas que ofrecen platos regionales con productos obtenidos del valle y de sus chacras.
Nuestro campamento es el punto de inicio para excursiones y visitas a los alrededores, para todo tipo de público y para especialistas de la aventura.
Podemos pasear junto al río y observar las aves que se encuentran en él, hacer caminatas o rutas de bicicleta de montaña por los cerros, paseos en los caballos que ofrecen algunas familias de este lugar o recorridos en nuestro propio vehículo.
De esta manera, podemos llegar a Vilca, ubicado a 25 kilómetros por una pista que pasa junto a una laguna turquesa y bosques de queñuales. Vilca quizá sea el pueblo más bonito de toda esta zona.
Huancaya es destino de fiestas regionales y costumbristas como la negrería, una procesión que se celebra a principios de enero en la que los hombres salen con terno y máscaras negras en honor al niño Jesús; la Pascua de Reyes en la que las mujeres bailan con azucenas, o la Semana Santa en la que las calles del pueblo se pintan y se adornan con flores. Su fiesta patronal es del 23 al 27 de junio y su aniversario, el 15 de noviembre.
En estas celebraciones se realizan demostraciones con caballos al compás de la banda de música. Con música o sin ella, Huancaya es un destino donde tarde o temprano todos tienen que acampar.
Allá vamos
Cómo llegar:
Viaje por Huancayo: 290 kilómetros (72 km son afirmados).
Viaje por Lunahuaná: 325 kilómetros (133 km son afirmados).
Últimos puntos de abastecimiento de combustible: Huancayo y Cañete.
Clima:
De noviembre a abril es la época de lluvias y de mayo a julio hace frío durante la noche y el amanecer y calor por el día.
Dónde comer:
Restaurante en Pauyo (Lunahuaná): Refugio de Santiago. www.refugiodesantiago.com
Hospedajes:
www.huancaya.lim.md.gob.pe
Por: Iñigo Maneiro Labayen – Vamos!