El Parque Nacional Huascarán y las reservas nacionales de Paracas, Tambopata y Titicaca, ubicadas en los departamentos de Ancash, Ica, Madre de Dios y Puno, respectivamente, concentran el 45 por ciento de la recaudación financiera del Sistema Nacional de Areas Naturales Protegidas (Sinanpe) por concepto de turismo, informó el Ministerio del Ambiente (Minam).
“Luego del Santuario Nacional Macchu Picchu, estas áreas son las que concentran el mayor índice de visitantes al año, casi 500 mil turistas, así como importantes mejoras al sistema de tarifas y una red de servicios para el turista”, señaló.
Así lo revela el Estudio de Valoración Económica del Turismo en el Sinanpe, elaborado por el Minam con el apoyo de The Nature Conservancy, para estimar el aporte del patrimonio natural a través del turismo y disminuir los impactos que el turismo puede causar en la biodiversidad.
“Este estudio plantea una serie de alternativas para optimizar los ingresos y la gestión turística en las áreas naturales protegidas del Sinanpe”, puntualizó el director general de Evaluación, Valoración y Financiamiento del Patrimonio Natural del Minam, Fernando León.
Sostuvo que una de las propuestas es aumentar el gasto corriente anual de 160,780 dólares a 958 mil dólares para alcanzar el umbral de la sostenibilidad de la actividad turística en las mencionadas áreas naturales protegidas.
Es decir, para que el turismo en estas áreas no amenace el capital natural brindando una experiencia segura y positiva al visitante, evitando la erosión de la naturaleza a través de un manejo eficiente del área, señaló.
Este incremento mejoraría el estado de conservación de las áreas naturales protegidas y podría generar ingresos para el Sinanpe por más de 12 millones de dólares, con ganancias líquidas superiores a los cuatro millones para negocios relacionados a la actividad turística en áreas naturales protegidas en cinco años.
“Ello revela un enorme potencial aún por aprovechar en el país, producto no sólo de una gestión adecuada del turismo en áreas naturales, sino por el desarrollo de actividades por parte de empresarios privados y comunidades locales”, recalcó.
Indicó que entre los retos que el estudio señala para la actividad turística en áreas naturales protegidas destaca la necesidad de contar con un marco legal más expeditivo y promotor de la actividad turística, además que facilite la inversión privada sostenible en servicios como la provisión de hospedaje y alimentación.
“Un aspecto a mejorar en el manejo del turismo en áreas naturales protegidas es que las tarifas de uso turístico no corresponden a la disposición de pago de los visitantes. No hay una tarifa diferenciada para turistas nacionales y extranjeros”, comentó.
También dijo que la estructura actual de los Planes Operativos Anuales (POA) de las áreas naturales protegidas no permite una clara identificación de recursos asignados a la actividad turística, lo que trae consigo casi siempre una insuficiente asignación para asegurar la sostenibilidad de la actividad o para reinvertir adecuadamente en el manejo turístico.
“Diversas experiencias a nivel internacional han demostrado que el turismo sostenible o ecoturismo puede convertirse en un potente motor del desarrollo local y nacional”, manifestó León.
Casos como los de Sudáfrica y Kenia en Africa, Nepal y Tailandia en Asia y, más cerca, en Costa Rica, Belice y Ecuador, donde el turismo aporta entre el diez y el 18 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI), son muestras de lo que Perú puede desarrollar teniendo como herramientas este tipo de estudios que calculan el valor de los beneficios del turismo en áreas naturales protegidas a la economía peruana, subrayó.