El Perú tiene la fortuna de contar con un pasado milenario. En nuestro territorio se puede encontrar y disfrutar de las huellas de una rica historia. El más conocido atractivo del país es Machu Picchu, ciudadela inca cercana al Cusco que atrae a miles de visitantes.
Orgullo peruano
Cuando un extranjero piensa en visitar el Perú, es muy probable que tenga en mente a Machu Picchu. Esta ciudadela imperial constituye nuestra mejor y más conocida carta de presentación. Aún está fresca en la memoria de los turistas que, en 2007, miles de votantes de todo el planeta la eligieron como una de las siete maravillas del mundo.
Machu Picchu es una llacta o poblado inca, que habría servido de residencia a los soberanos del Tahuantinsuyo. Algunos especialistas sugieren que la zona era utilizada también como santuario religioso, lo que no se opondría a lo primero.
Lo cierto es que desde comienzos de siglo XX, cuando se difundió a nivel internacional su existencia, sus imponentes edificaciones de piedra son la imagen más representativa del Perú.
La cuna de la civilización
No obstante la importancia de Machu Picchu, hay mucho más que descubrir en nuestro país. Por ejemplo, el sitio arqueológico que acapara desde hace algún tiempo la atención del público capitalino es Caral. La razón es que la arqueóloga Ruth Shady sugiere que en este lugar, ubicado a 200 kilómetros al norte de Lima, en el valle de Supe, se encontraría el origen de la civilización americana.
Los fechados en carbono 14 hechos a la ciudad sagrada de Caral arrojan una antigüedad de casi cinco mil años, lo que la hace contemporánea con los inicios de la civilización en China, Egipto, India y Mesopotamia. Este dato ha modificado las teorías sobre el pasado peruano, pues hasta ese momento se tenía a la cultura Chavín, mil años más reciente, como la cuna de la civilización en el Perú. Un pasado del cual podemos sentirnos orgullosos.
ANDINA – DOP